La Honda CX500 nunca ha sido la moto más bonita de la casa japonesa, pero tras pasar por las manos de Thomas Parrish, propietario y operador de Kustom Research, las cosas han cambiado. Al trabajar como ingeniero durante el día, ha tenido que dedicar sus noches para la creación de esta preciosidad. Ha equipado la moto con un gran cantidad de componentes personalizados, desde el faro que ha montado en la parte delantera hasta el subclases trasero, y el blanco y negro le da ese toque de elegancia.