Tom Ford es un revolucionario. Ya dio la vuelta a Gucci y Ives Saint Laurent cuando estaban en la quiebra más absoluta. No tener miedo y ser un tanto agresivo en sus planteamientos le han dado empuje a cada negocio que ha emprendido.
La moda masculina es su reino, donde no sólo es su buen ojo para el diseño el que triunfa sino también la implicación con sus campañas publicidad, que han tenido que ser retiradas más de una vez.
Él sabe cómo utilizar su propia imagen para el beneficio de su empresa “Mi imagen es un instrumento. La analizo con el mismo rigor con el que miro una imagen en un anuncio: ‘Esto está mal, esto está mal’. Soy consciente de su influencia en las ventas y de su potencial; soy la marca personificada. Ahora bien, ése no soy yo”. Pero no le importa, relojes, perfumes, zapatos o accesorios todo lo embriaga con sus señas de identidad: deseo, sexo, narcisismo, sensualidad, elegancia y sofisticación.
Así se ha convertido en el Mejor Diseñador de Ropa Masculina, agresiva y con clase y por eso artistas como Tom Cruise o Justin Timberlake le tienen como diseñador fetiche.
Esta es su website http://www.tomford.com/